Si llevas un tiempo montando en moto, seguro que has sentido esto alguna vez: Ves una curva que se te viene encima, notas cómo el cuerpo se tensa, miras justo donde no deberías, cortas gas… y la sensación de “me voy largo” aparece al instante.
No es que no sepas llevar la moto. Es que tu cerebro entra en modo pánico y activa lo que se conoce como reacciones de supervivencia.
Las reacciones de supervivencia son responsables de un alto porcentaje de accidentes en moto. Se activan de forma automática cuando el piloto percibe una amenaza, y en lugar de ayudarle a salir de la situación, suelen empeorarla. Entender qué son, por qué ocurren y cómo entrenarse para evitarlas es esencial para mejorar tu seguridad sobre la moto, ya que son el principal enemigo de los motoristas. En este artículo vamos a ponerle nombre a lo que te pasa, entender por qué ocurre y, sobre todo, cómo entrenarlo para que no sea tu instinto el que mande, sino tu técnica.
Las reacciones de supervivencia son respuestas automáticas e instintivas que dispara tu cerebro ante el miedo o el estrés. Estas reacciones no están bajo control consciente y tienen como objetivo la autoprotección. Están muy bien si te persigue un león, pero no están diseñadas para la conducción de una moto.
Cuando percibes una situación como peligrosa como una curva que se cierra, un bache, un coche que se mueve, sensación de velocidad excesiva, etc. Tu cuerpo reacciona sin pedirte permiso:
Todo eso tiene sentido para sobrevivir corriendo o escondiéndote. Pero en una moto, muchas veces tienes que hacer justo lo contrario: soltar, mirar lejos, dejar girar la moto, mantener la trazada.
Te van a sonar:
Esto no es que seas “mal piloto”. Es que tu cerebro va por libre.
Lo grave no es que existan, sino que aparecen justo en el peor momento: cuando necesitas técnica y calma, se dispara el modo “animal asustado”.
Tu moto va a donde miras. Si tu mirada se queda pegada al guardarraíl, a la cuneta o al coche que se mueve, estás guiando la moto exactamente hacia ahí.
En plena curva, cortar gas o tocar freno delantero sin control suele traducirse en:
Cuando te asustas, bloqueas codos, aprietas las manos y tensas el cuerpo. Eso hace que cualquier movimiento de la moto se transmita a tu cuerpo y viceversa.
Resultado: se multiplica la sensación de inestabilidad y te asustas aún más, entrando en una espiral de la que no puedes salir.
Otra reacción típica: “me da miedo tumbar más”.
¿El resultado? La moto deja de girar, te vas hacia fuera de la curva y sientes que “no gira”, cuando en realidad eres tú quien la está sacando.
Siendo honesto, tengo una buena y una mala noticia para ti. Las reacciones de supervivencia no desaparecen, se reprograman. Tu cerebro esta cableado para mantenerte vivo y hará lo necesario para que ocurra, eso es imposible cambiarlo, pero la clave no está en “eliminar el miedo”, sino en entrenar reacciones adecuadas que sustituyan las automáticas.
La clave está en que tu reacción automática deje de ser:
“me asusto → miro al obstáculo, corto gas, pongo la moto recta, clavo frenos y me bloqueo”
y pase a ser:
“me asusto → cambio la mirada del obstáculo y miro a la salida (donde quiero ir), mantengo el gas lo mas estable posible, relajo los brazos y dejo girar la moto, aguantando hasta el final”.
Esta actitud es lo que marca la diferencia entre una anécdota y un disgusto, pero debo decirte algo claramente, eso no se logra leyendo ni viendo vídeos. Se consigue repitiendo ejercicios concretos en un entorno controlado hasta que el cuerpo entiende que ese nuevo patrón es más seguro.
Realizar cursos de conducción en circuito o entrenamientos con monitores profesionales ayuda a crear automatismos seguros y controlar la moto de forma más eficiente bajo estrés. Una mayor habilidad y confianza en uno mismo, hace que la forma en la que nos enfrentamos a situaciones de riesgo cambie por completo, minimizando al máximo un problema añadido en un momento de peligro.
Aprender técnicas de conducción, entender el beneficio que tienen de forma consciente, e interiorizarlas en entornos seguros, crea memoria muscular que sustituye a los impulsos primitivos. Esta fórmula es muy utilizada en artes marciales y se consigue reducir el tiempo de análisis y toma de decisiones, un tiempo muy valioso que en carretera puede salvarnos la vida.
Mirar hacia la salida de la curva, no al obstáculo, y controlar la respiración ayuda a mantener la calma. Evitar la hiperventilación y mantener un ritmo de respiración controlado puede cambiar completamente la reacción corporal.
Programamos tu mente para enfrentarse a cualquier situación de peligro en carretera con total confianza. La seguridad en uno mismo y en sus aptitudes, cambia por completo todo, ya que si subimos al nivel de tu pilotaje al extremo, cuando ruedes a un 50% de tus posibilidades en carretera, lo harás con todas las garantías.
La falta de experiencia impide al cerebro distinguir entre “sensación de peligro” y “peligro real”. A menudo, una curva tomada correctamente a 80 km/h se siente fuera de control, aunque objetivamente no lo esté. La diferencia entre miedo subjetivo y riesgo real se entrena con horas de práctica y buena formación.
Si necesitas empezar desde cero tenemos un curso para principiantes y nivel medio especifico que te ayudara a prepararte el carnet y conducir tu moto con total seguridad en carretera.
Las reacciones de supervivencia no desaparecerán por arte de magia. Pero pueden ser reemplazadas por hábitos más seguros si se trabaja de forma activa en la técnica y en el control mental. No todos los moteros somos iguales, cada uno tenemos nuestras luces y nuestras sombras, por lo que identificar tus reacciones de supervivencia personales y corregirlas con práctica es el camino para disfrutar de la moto con mayor seguridad y confianza.
En nuestros cursos de conducción trabajamos de forma específica en tus problemas, aprenderás a reconocer y dominar tus reacciones de supervivencia y mejorarás tus habilidades a los mandos de una forma increíble. Usamos intercomunicadores para guiarte en tiempo real y corregir los errores sobre la marcha. Si quieres pilotar de verdad, no dejes tu vida en manos del instinto.
Primero trabajamos en una zona técnica específica y circuito de aprendizaje, donde:
Después llevamos lo aprendido al circuito para que veas cómo encaja todo a más velocidad.
Durante el curso vas conectado con tu monitor por intercomunicador. Eso permite:
No esperas a parar para analizar: corregimos mientras pasa.
Si estás bloqueado en una curva, necesitas que te miren a ti, no que el monitor esté pendiente de 8 personas.
Por eso trabajamos con máximo 2 alumnos por monitor y también con cursos privados 1:1 para quien quiere ir más a fondo.
¿Se pueden eliminar del todo las reacciones de supervivencia?
Desaparecer del todo, no. Lo que sí puedes es entrenar respuestas nuevas que hagan que esas reacciones antiguas apenas aparezcan o que, cuando lo hagan, sepas qué hacer.
¿Hace falta tener mucho nivel para trabajar esto?
No. De hecho, muchos de los motoristas que más sufren estas reacciones llevan años montando pero nunca han entrenado técnica en serio.
¿Sirve entrenar en circuito si solo uso la moto en carretera?
Sí. El circuito es el laboratorio donde entrenas sin coches, sin guardarraíles y sin sustos externos. Lo que aprendes allí es lo que te hace ir más seguro luego en carretera.
¿Cuánto se tarda en notar cambios?
Muchos alumnos notan un cambio grande en sensaciones en el primer día de curso, porque por fin entienden qué les pasa y cómo corregirlo. A partir de ahí, todo es repetir y consolidar.
¿Necesito mi moto para este tipo de entrenamiento?
No. Trabajamos con pit bikes y equipación completa incluida, precisamente para que puedas centrarte en aprender sin preocuparte por tu moto ni por los posibles daños.
Si al leer esto te has visto reflejado en más de una situación, ya sabes que no es solo “miedo” ni falta de valor. Son reacciones de supervivencia mal entrenadas.
La parte buena es que se pueden trabajar. Tu trabajo es decidir si quieres seguir peleándote con ellas en cada curva… o prefieres venir a un entorno controlado, con ejercicios pensados para esto, y empezar a cambiar el chip de una vez.
Reserva tu plaza en nuestro próximo curso y empieza a pilotar con precisión, no con miedo.
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